El fin del mundo y antes del amanecer: una introducción a Inio Asano

El fin del mundo y antes del amanecer, "Sin título"

Hay autores cuya fama, tanto para bien como para mal, precede a la de sus obras. Inio Asano, por su parte, es un mangaka ampliamente alabado por la crítica especializada: su debut es uno de los más brillantes que se recuerdan, está considerado por el Yomiuri Shimbun como la voz de su generación y varios críticos lo han elevado a la categoría de autor fetiche.

No obstante, ¿qué hay detrás de etiquetas tan triviales como la de  «autor fetiche» o «voz de una generación»? ¿Cómo puede abarcarse el horizonte de expectativas generadas en torno a Inio Asano? ¿Cuál es el mejor modo de iniciarse en la obra de este mangaka? El fin del mundo y antes del amanecer, editado en castellano por Norma Editorial, condensa las respuestas a estos interrogantes, sin bien no deja de plantear otros tantos.



Inio Asano y el lado amargo del slice of life

«Es demasiado triste tener sueños que no se cumplen, así que nunca me impuse uno».

 

Inio Asano (Isioka, Prefectura de Ibaraki, 1980) pertenece a esa extraña categoría de mangakas que consiguieron pasar de joven promesa a autor consagrado sin demasiados alardes. Y es que, aun escribiendo sus primeras historias a la edad que tendría el protagonista de cualquier shōnen promedio, Inio Asano siempre se ha contemplado desde la óptica distante del seinen.

Tokio, Inio Asano El fin del mundo y antes del amanecer
«Tokio» es una de las historias de Inio Asano con más tintes autobiográficos.

Artesanía del relato corto

Más allá del self insert propio del debutante novato, Inio Asano toma experiencias, escenarios y temas propios del shōnen y los reelabora a partir de una perspectiva más madura. Es decir, al contrario que la mayoría de mangakas, en los que el shōnen actúa como estado previo a la creación de obras de estilo seinen, este autor va de lo segundo hacia lo primero.

Inio Asano se inscribiría, por tanto, dentro de la nouvelle manga, ya que «exige al lector cierta madurez, no sólo por sus contenidos sino también por la complejidad narrativa de algunas de sus obras, en las que la abundancia de elipsis y simbolismos requiere la constante participación lectora. La secuenciación es, por lo general, pausada y la transposición entre viñetas se detiene en aspectos concretos del entorno que ralentizan la acción de una trama eminentemente reflexiva, que el lector tendrá que construir añadiendo información de su propia experiencia» (Hernández, 2010).



Este modus operandi, además, se apoya en una clave esencial en este autor: hallar el término medio entre la intensidad desmedida y el no tomarse demasiado en serio a sí mismo. Así pues, surgen trabajos del calibre de Solanin (2005-2006) o la ópera magna del autor hasta la fecha, Oyasumi Punpun (2007-2013).

Sin embargo, es en El fin del mundo y antes del amanecer (2008), como suele ocurrir en ciertos formatos recopilatorios, donde realmente se observamos el germen de este estilo. Las historias que lo componen se nutren de los despojos que el slice of life convencional deja fuera de sus viñetas. Temas como el vacío existencial, el fetiche en torno a la vida estudiantil, o las crisis familiares se dan cita aquí, aunque no siempre con tintes amargos.

El fin del mundo y antes del amanecer, literalmente

«Al menos esto es seguro: el amanecer llega a todos por igual. Obtener algo de eso depende sólo de ti».

Antes del amanecer, Inio Asano El fin del mundo y antes del amanecer
Cada nuevo día nos brinda una nueva oportunidad.

Pocos títulos podrían ser más acertados que el de El fin del mundo y antes del amanecer. Aunque se compone de los nombres de «El fin del mundo» y «Antes del amanecer», último y primer relato del volumen respectivamente, la unión de los mismos no es casual. Por un lado tenemos «El fin del mundo», en clara alusión al pesimismo con el que el propio Inio Asano confiesa abordar sus trabajos. Por otro, «Antes del amanecer» aparece como contrapartida esperanzadora. Ambos condensan y dan sentido al recopilatorio que encabezan.



Postpubescencia

«Me pregunto si vamos a seguir convirtiéndonos en adultos desagradables. Los demás, incluso mi propia vida cada vez me van importando menos».

El primer rasgo que llama la atención sobre Inio Asano es el tratamiento de la juventud tras la adolescencia. Varias de la historias de El fin del mundo y antes del amanecer deambulan por ese espacio cenagoso que se extiende entre la última clase de instituto y el primer día de trabajo. Sus protagonistas son jóvenes que se saben fuera de las aulas pero aún no se conciben a sí mismos como adultos autónomos.

Cómo pasar un día festivo, Inio Asano
La renuncia a los sueños de juventud a menudo se asocia al proceso de madurar.

El mejor ejemplo lo encontramos en «Cómo pasar un día festivo». En este relato la monotonía pegajosa en torno a la protagonista apenas se disuelve gracias a pequeñas pero periódicas crisis existenciales. La frescura de la adolescencia languidece ante la presión social para «madurar». Chicas aún jóvenes y prometedoras se ven abocadas a la más absoluta soledad si no se han casado antes de los 25. Todo ello palidece, no obstante, ante pequeños momentos de inflexión que, poco a poco, conducen, quizás, hacia la felicidad.

El temor al yo del futuro es un fantasma omnipresente en esta etapa de la vida. «Un mundo maravilloso», considerado como el debut de facto de Inio Asano, enfrenta los distintos planos de una misma persona, el yo del pasado frente al yo del presente, por medio de una carta. En ella la protagonista se pregunta a sí misma sobre lo que le deparará el futuro, sobre si se reconocería de aquí a cinco años. Y al lector, en cierto modo, llega a resultarle imposible no cuestionarse los mismos interrogantes.



Un mundo maravilloso, Inio Asano
¿Seríamos capaces de recordar cómo nos sentíamos hace tan sólo cinco años?

Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver

«Si el futuro de aquella época no corresponde exactamente con mi yo actual, ¿es tal vez porque he dejado atrás algo importante, en alguna parte?»

La consecuencia directa al temor hacia el futuro es la añoranza de la niñez. Sin embargo regresar al lugar donde un día fuimos felices no siempre ayuda en la búsqueda de uno mismo, sino todo lo contrario. Este sentimiento cala El fin del mundo y antes del amanecer en casi todas sus variantes, aunque donde verdaderamente toma forma es en «Tokio».

«Tokio» recoge varios de los motivos que Inio Asano ha ido desgranando en historias anteriores. Por una parte está el protagonista introvertido, outsider por convicción y, en cierto modo, desconectado del mundo que le rodea. Por otra, se encuentra su contrapartida femenina, la chica soñadora a la que el clima asfixiante de la sociedad rural acaba quebrando. El choque de ambos, varios años después de su último encuentro en la escuela, despertará en ellos sentimientos que creían dormidos, así como antiguos conflictos sin resolver.

Tokio, Inio Asano
¿De qué modo condiciona el niño que fuimos al adulto que seremos?

Algo en lo que creer

«Digan lo que digan, tu familia espera siempre tu regreso».

Los temores que asaltan a los personajes de El fin del mundo y antes del amanecer a menudo responden a un brutal descreimiento. Inio Asano explora ambos extremos de la premisa en varias de sus historias cortas.



En uno de ellos está «La rutina y depresión de la imaginativa Eiko», donde los constantes esfuerzos de Eiko por encontrar un sentido a su vida nunca terminan de dar resultado. En el otro se sitúa «Domingo, 6.30 de la tarde». Este relato es peculiar en sí mismo, ya que se divide en tres pequeños capítulos en función de dónde se focalice la narración. En él se narran los distintos puntos de vista de los miembros de una familia en crisis. Cada uno de ellos, además, vive un trance personal que, en parte, entronca con el conflicto familiar, agravando el problema. Finalmente se impone la certeza de que la familia, con sus más y sus menos, siempre será un espacio seguro en el que confiar y desde el que enfrentarse al mundo.

Domingo, 6.30 de la tarde, Inio Asano El fin del mundo y antes del amanecer
A veces, para avanzar, tan sólo necesitamos algo en lo que creer.

Conclusiones de El fin del mundo y antes del amanecer

«Siempre he pensado que escribir un epílogo era como dar excusas sin parar».

El fin del mundo y antes del amanecer supone un compendio de primeros trazos inusitadamente precisos. En sí no persigue la justificación o metalectura del autor ya que, como él mismo considera, las historias hablan por sí solas más allá de lo que él pueda añadir.

Partiendo de aquí podría considerarse que este volumen representa como ningún otro  la clarividencia de Inio Asano respecto a su propia obra. Desde un principio se observa el tipo de mangaka que pretende ser: a medio camino entre la narración cinemática y el monólogo interior. Su trazo, sencillo pero detallista y con un marcado estilo propio, desvela a un dibujante más próximo al artesano que al ilustrador. En definitiva, El fin del mundo y antes del amanecer «consigue condensar los principios narrativos que le son propios a las historias de largo aliento en un espacio mínimo a través de un uso ejemplar de la elipsis, la evocación y lo sugerido por encima de lo nombrado» (Arbonés, 2016), haciendo de este volumen la mejor carta de presentación para conocer a Inio Asano.



Bibliografía

ARBONÉS, A. «El fin del mundo y antes del amanecer» en CuCo, Cuadernos del Cómic, nº. 6 (2016), pp. 189-191.

HERNÁNDEZ RANZ, O. «Nouvelle Manga, mon amour. Reflexiones sobre la narración gráfica de historias cotidianas» en Bellaterra Journal of Teaching & Learning Language & Literature, vol. 2, nº. 1 (2010) pp. 35-50.

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María R.

Autor: María R.

Procrastinadora. Graduada en Literaturas Comparadas. Lectora por necesidad y ensayista por convicción. Una vez Neil Gaiman me respondió a un tweet.

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