Zoku Owarimonogatari: opinión anime

Zoku Owarimonogatari: opinión anime

Es un secreto a voces que Monogatari es mi anime favorito. Pocas historias de ficción logran emocionarme tanto como la obra de NISIOISIN y Shaft. Por ello, es lógico que esperase como agua de mayo la llegada de Zoku Owarimonogatari (続終物語), la «Historia después del fin». Aventura que nos vuelve a poner en la piel de ese tonto, pero bondadoso chico, llamado Koyomi Araragi. Un idiota adorable que tiene la manía de meterse donde no le llaman.

Vaya por delante que soy tan fanboy de Monogatari que me compraría una piedra con la cara de Hitagi Senjogahara si Shaft la vendiera. Sin embargo, intentaré hacer un análisis lo más objetivo posible porque, como obra artística y producto humano que es, Zoku Owarimonogatari no es perfecta. Aunque me temo que no podré evitar emocionarme mientras escribo estas líneas.



Antes de empezar, te recomiendo, si no lo has hecho, que veas los seis capítulos de Zoku Owarimonogatari por si eres sensible a los spoilers. El que avisa no es traidor. Sin más preámbulos, ¡adentrémonos en el mundo al otro lado del espejo!

Zoku Owarimonogatari: la historia después del fin

«Soy Koyomi Araragi. Un hombre que es exactamente lo que se ve a simple vista.»

Cualquier fan de la franquicia sabe que fue un auténtico calvario poder ver Zoku Owarimonogatari. Su estreno en cines, y su posterior salida en Blu-ray, hizo que se retrasara la salida del anime en Occidente, junto con sus subtítulos, durante meses. Y cuando parecía que por fin podríamos verlo, aún tuvimos que esperar largas semanas a que tradujeran todos los episodios.

 

Así pues, tras tanto tiempo, ¿valió la pena? Vaya que sí. ¡Valió cada maldito segundo! Zoku Owarimonogatari es como reencontrarse con viejos amigos que echas de menos, pero en circunstancias nuevas y sorprendentes. Es una temporada que apela a la nostalgia, a través de un evidente ejercicio de fanservice, pero esto no significa que sea mala. Porque como veremos, es más que un mero epílogo en la vida de Araragi.



El otro lado del espejo

«Incluso si todo ha cambiado, incluso si el mundo es diferente, no significa que tú mismo hayas cambiado. Sólo que llegaste al otro lado. Estás dentro del espejo.»

Mayoi Hachikuji Zoku Owarimonogatari
«Ara-Ara-ragi», dijo Mayoi onee-san.

Zoku Owarimonogatari comienza cuando Koyomi, al mirarse en el espejo de su cuarto de baño, acaba dentro de él, y descubre un mundo parecido al suyo, pero a la vez diferente. Como suele ser habitual en Monogatari, este extraño comienzo es una mera excusa para que nuestro protagonista interactúe con otros personajes, y se conozca mejor a sí mismo.

Porque para NISIOISIN lo importante no es tanto la presentación y el desenlace, como el nudo de la historia. Algo que he aprendido viendo Monogatari, y leyendo sus libros, es que debemos valorar menos nuestras metas, y más las lecciones que aprendemos por el camino y nos hacen crecer.

Zoku Owarimonogatari Hachikuji Araragi
Ahora esperas un hijo mío, Araragi. Es el misterio del tango.

Aunque desde luego, Koyomi tiene un claro objetivo: desea regresar a su mundo. Y para lograrlo, busca caras conocidas, con la esperanza de que le ayuden. Pero todas y cada una de ellas son diferentes a como los recuerda. Por ejemplo, Hachikuji es ahora adulta, Karen es más bajita, y Sodachi luce una alegre sonrisa (algo que le parte el corazón, al sentirse culpable).

Shinobu Zoku Owarimonogatari
«Los vampiros no se reflejan en los espejos.»

Referencias filosóficas y literarias

«Quien con monstruos lucha, cuide de no convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras al abismo, el abismo te devuelve la mirada.»

Friedrich Nietzsche, Más allá del bien y el mal.

Ononoki Zoku Owarimonogatari
Ononoki ha leído demasiado a Nietzsche.

El estilo de NISIOISIN, y por extensión el de Monogatari, es ampliamente conocido por ser referencial. Que se citen libros, o se hable de ellos, no es algo extraño en sus historias. Ya en la novela ligera de Bakemonogatari, durante la parte de Suruga Monkey, se comentaba largo y tendido la obra de Goethe. Pero en esta ocasión, las referencias son incluso más numerosas que de costumbre.



Una buena muestra es cuando Hachikuji explica, al final del primer capítulo de Zoku Owarimonogatari, cuáles son los mejores libros de ciencia ficción. Entre ellos están ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Blade Runner), de Philip K. Dick, y La luna es una cruel amante, de Robert A. Heinlein. Con lo que demuestra ser una chica con buen gusto (aunque poco después confiesa no haberlos leído).

Nadeko Sengoku Zoku Owarimonogatari
«En serio, piensa como una serpiente, idiota.»

Por si fuera poco, en el segundo capítulo (cuando Nadeko está sermoneando a Araragi, más que hablando con él), hay un paralelismo literario menos evidente. La escena es una referencia directa al juego de ajedrez en Alicia a través del espejo, de Lewis Carroll, donde nuestra serpiente favorita interpreta el papel de la Reina Roja, mientras se burla de Koyomi como si éste fuera Alicia. Un guiño inteligente, teniendo en cuenta que, como la niña de la novela, nuestro protagonista ha atravesado un espejo.

Cultura pop y arte en Zoku Owarimonogatari

Pero no todo son alusiones literarias, ya que en Monogatari siempre ha habido hueco para la cultura pop. Esto vuelve a suceder en el tercer capítulo, cuando Sodachi se convierte durante unos segundos en la heroína de un gal game. Algo que, para los que leemos las novelas ligeras, es doblemente gracioso, pues en ellas se suele bromear diciendo que Araragi es el protagonista de una visual novel o juego de citas (y que ya desbloqueó la ruta más difícil, es decir, la de Hitagi).

Oikura Sodachi Zoku Owarimonogatari
Pobre Sodachi, Koyomi está empeñado en llegar una y otra vez al «bad ending» de su ruta.

Por último, y tal y como nos tiene acostumbrados Shaft, muchos de los escenarios son localizaciones reales, como el Museo del Louvre, en París. Además, algunas de las escenas parodian cuadros famosos con una intención claramente cómica. Un buen ejemplo es cuando Ononoki sale montada a caballo, con la mano levantada, y una postura idéntica a la del óleo Napoleón cruzando los Alpes, de Jacques-Louis David.



La historia que termina todas las historias

Shinobu Zoku Owarimonogatari
La belleza de algunas mujeres podría llevar a un hombre a la locura.

Pero vayamos a lo que importa. ¿Es Zoku Owarimonogatari un buen anime? Sí, lo es. Pero eso no quita que también sea un festival de fanservice. Y es que el fanservice, al contrario de lo que muchos piensan, no es sólo enseñar cacho durante el clásico episodio de playa, sino darle a los fans lo que quieren. Algo que cumple con creces esta temporada de Monogatari.

O al menos eso es todo lo que pensaba hasta el sexto capítulo. Fue entonces, durante la conversación entre Koyomi y Ougi, cuando me di cuenta de que NISIOISIN y Shaft no se habían limitado a exprimir la gallina de los huevos de oro. Que también, aunque eso es otro tema.

Tooe Gaen
Kaiki tiene buen gusto.

Al escuchar su interesante diálogo, comprendí que esta temporada da una nueva visión de quién es Koyomi Araragi, y del largo recorrido de su convulsa adolescencia. Empecé a entender que, de hecho, al aceptar sus errores, y ser consciente de sus remordimientos, Koyomi da el último paso que lo catapulta a la edad adulta.

Un futuro brillante

Araragi y Hitagi en Zoku Owarimonogatari
Si no puedes dar un paso, da un salto.

Pero para mí, Zoku Owarimonogatari termina de demostrar que no es una temporada prescindible cuando aparece Hitagi Senjogahara al final del sexto capítulo. Y no porque el personaje me encante, y por fin pueda verla luciendo la clásica estética tsundere (con ese par de coletas), sino por lo significativo de la situación: la historia se cierra como en un círculo. Monogatari acaba donde empieza, con Araragi junto a la misma chica del principio.



El momento que más me conmovió fue cuando Hitagi, tras una infinidad de capítulos, ríe por primera vez de forma sincera, y abraza el presente. Para acto seguido ser ella la que logra, cogiendo a Koyomi de la mano, que salten hacia el desconocido futuro de la edad adulta. Juntos.

El final de la adolescencia de Koyomi

«Estoy saltando hacia la luz. La prolongada historia había llegado a su fin.»

Hitagi Senjogahara Zoku Owarimonogatari

Llegamos al epílogo, o mejor dicho, a la conclusión de esta historia. Seré claro: no creí que volvería a pasarme. De verdad que no. Durante los cinco primeros episodios de Zoku Owarimonogatari pensaba «está interesante, aunque no es para tanto»… Hasta que vi los últimos minutos del sexto capítulo. Como siempre, Monogatari es la única obra de ficción que logra que llore, pero de alegría, y con una sonrisa en la cara.

NISIOISIN y Shaft me han mostrado de nuevo el poder de las palabras, y que las buenas historias curan.

Sólo me queda una cosa que decir: gracias.

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Kaiki

Autor: Kaiki

Novelista y escritor. Amo las buenas historias, el poder de las palabras y las mezclas de géneros. Fundador, webmaster y mil cosas más de NLsite. Apasionado de las novelas ligeras, la literatura, las visual novels, la música, el manga y el anime.

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